Los problemas de seguridad que han abrumado a Toyota Motor Corp. están dirigiendo la atención hacia uno de los componentes más polémicos de un vehículo: la caja negra.
El dispositivo, cuyo nombre oficial en inglés es event data recorder (grabadora de datos de evento) o EDR, es un contenedor pequeño, cuadrado y prácticamente indestructible similar a los que usan los aviones comerciales. Colocado dentro del tablero o bajo los asientos frontales de la mayoría de los vehículos nuevos, graba continuamente el estado del auto: velocidad, aceleración, frenos, manejo del volante y otros datos que pueden ayudar a determinar las causas de un accidente.
Ahora, abogados y organismos defensores de la seguridad vial en Estados Unidos están incrementando sus esfuerzos por acceder a los datos almacenados dentro de los vehículos del fabricante japonés, con la esperanza de encontrar indicios que expliquen la aceleración repentina de algunos modelos de Toyota, un tema que ha provocado la llamada a revisión de millones de vehículos en todo el mundo y podría ser la causa de muchos accidentes mortales en carretera.
Las autoridades de seguridad en las carreteras de EE.UU. dijeron el 15 de febrero que estaban revisando nueve nuevos casos de accidentes mortales, con un total de 13 muertes, posiblemente vinculadas con vehículos Toyota que aceleraron repentinamente. Abogados demandantes en casos de accidentes automovilísticos afirman que se han enfrentado a Toyota sobre el acceso a los datos de sus cajas negras, o han recibido datos limitados de la automotriz que apenas ofrecen información sobre la causa de los accidentes.
Uno de los problemas que enfrentan es que sólo Toyota puede leer la información de la caja negra de sus vehículos, y la empresa afirma que sólo ofrece los datos a petición de la policía, autoridades nacionales o por orden judicial.
En contraste, las tres grandes automotrices estadounidenses -General Motors Co., Ford Motor Co. y Chrysler Group LLC- utilizan sistemas de EDR que se pueden leer sin su intervención, usando herramientas disponibles comercialmente.
La policía y abogados afirman que Toyota se opone en ocasiones a sus intentos de usar datos de las cajas negras para reconstruir accidentes en parte porque, según la automotriz, los datos que ofrece podrían no ser útiles para reconstruir accidentes y en ocasiones tienen errores.
Mike Michels, un vocero de la empresa japonesa, dijo que el dispositivo es un prototipo y aún está en fase experimental. «Hemos encontrado anomalías en los datos que son parte de nuestro desarrollo del sistema. Nuestra opinión es que no es confiable para la reconstrucción de accidentes», agregó.
Las autoridades de seguridad vial en EE.UU. también tienen dudas sobre la validez de los datos de las cajas negras para determinar las causas de un accidente. Las grabadoras «tienen un valor limitado en investigaciones ya que sólo graban unos pocos parámetros y únicamente en los últimos dos segundos antes de un choque», dijo un funcionario del Departamento de Transporte de EE.UU.
El sistema de la caja negra de Toyota -al igual que los de sus rivales japoneses Honda Motor Co. y NissanMotor Co.- es patentado, y la compañía argumenta que los datos que guarda no sirven para reconstruir un accidente ya que sólo graban muy poco tiempo, alrededor de un segundo.
El sistema controla principalmente el rendimiento de los dispositivos de seguridad de un vehículo, tales como las bolsas de aire, cinturones de seguridad y, en algunos casos, el acelerador. Toyota afirma que no hay ninguna regla o legislación en EE.UU. que haga otras exigencias hasta que entre en vigor dentro de unos años una nueva normativa en ese país.
La policía de Auburn, una ciudad del estado de Nueva York, ha solicitado a Toyota que trate de recuperar los datos de la caja negra de un Toyota Camry modelo 2010, con la esperanza de obtener pistas sobre la causa de un accidente mortal ocurrido el 27 de noviembre pasado. Según la policía, Barbara A. Kraushaar, de 55 años, se saltó tres semáforos en rojo a alta velocidad cuando conducía por el centro de la ciudad y chocó contra otro vehículo, matando a su conductora, Colleen Trousdale.La policía dice que Kraushaar, que sobrevivió al accidente, podría haber sufrido un derrame cerebral.
Posteriormente, Kraushaar dijo a la policía que era como si su auto actuara por su cuenta, lo que hizo surgir las sospechas de que la aceleración repentina del vehículo podría haber tenido algún papel en el accidente. Según el teniente de policía de Auburn Shawn Butler, conseguir datos de la caja negra es «la última pieza del rompecabezas».
Por su parte, las autoridades de carretera no respondieron a las solicitudes de comentarios sobre el accidente en Auburn. El uso de grabadoras de datos electrónicos por la industria automotriz comenzó a principios de los 90 para grabar las condiciones de los autos antes de que se activaran las bolsas de aire. Su uso se ha expandido en la última década y ahora almacenan una variedad más amplia de datos.
Las grabadoras más avanzadas pueden ofrecer una imagen de cómo fue operado el vehículo en los últimos cinco segundos antes de un accidente y ayuda a las automotrices a entender cómo operan sus vehículos sobre la carretera en la ausencia de evidencia mecánica.
Fuente: portafolio.co